Juan Carlos Marcó (1940-2011)
Nacido un 24 de noviembre de 1940 en la ciudad de Villaguay, Entre Ríos. Contrajo matrimonio muy joven y se radicó en Concepción del Uruguay, formaba parte del cuerpo activo de la Policía de Entre Ríos.
Para cubrir una suplencia, por quince días, fue enviado a Ibicuy. Lugar del que nunca se fue y eligió como su lugar en el mundo.
Hablar de Juan Carlos Marcó es hablar de un SEÑOR con mayúsculas, en todos los aspectos, profesional, esposo, padre y abuelo.
Entre sus valores debemos resaltar su fidelidad hacía la amistad, el respeto, el secreto profesional y el amor a la música, acompañada de lo que más lo hacía sentir feliz: “la locución”.
Varios fueron los medios de comunicación que contaron con su vocación e iniciativa dando a cada programa un sello particular, una voz inconfundible y una facilidad para la improvisación asombrosa.
Estas capacidades fueron reconocidas por el diario “El Día de Gualeguaychú” del que fue corresponsal durante varios años. Haciendo conocer a Ibicuy a través de sus informaciones.
A falta de prensa escrita a través de los medios en lo que estuvo, nos informaba de los acontecimientos más recientes y cooperaba con todas las instituciones poniendo en conocimiento a la comunidad el esfuerzo de sus integrantes y el apoyo que la sociedad brindaba a esta.
Si bien la difusora “Francisco Ramírez” ya estaba en el aire en las voces de Celia Capovilla, de Aldo DeSilvestre y otros, a través de un sistema de parlantes colocados en algunos puntos estratégicos del pueblo.
Juan Carlos Marcó fue quien le imprimió otro estilo, otra presencia infaltable antes de iniciarse los acontecimientos patrios a celebrarse en Plaza San Martín.
“Avda. de las Camelias” era la marcha militar que avisaba a los vecinos que en pocos minutos comenzaba el Acto Oficial.
Si bien las distintas intendencias colaboraron para ampliar el espectro auditivo de lo relacionado con éste recordado medio de comunicación e información.
Seguramente muchos se estarán preguntando donde se formó como locutor, conductor y periodista. Es un claro ejemplo de lo que se aprende en la escuela de la vida, cuando frente nuestro tenemos un destino incierto.
A los 13 años dejó su hogar paterno y se dijo: “tengo que poder y voy a ser feliz con lo que me gusta”. Todo lo relacionado con el arte atraía su atención y deseo de llegar y ser cada día mejor, por ejemplo, trabajó en cine, radioteatros, parques de diversiones y animación de eventos sociales, cumpliendo así sus sueños. Todo esto no impidió que se desempeñará con idoneidad en los distintos cargos que ocupó en la fuerza policial: oficinista, agente, suboficial mayor, sargento cargo en el que se jubiló con 32 años de servicios.
Su forma de relacionarse con la sociedad despertaba empatía en la gente por su sencillez y sus razonamientos. Todo esto trató de inculcárselo a sus hijos, incluida la vocación policial.
Jefe de una familia numerosa, en tiempos difíciles, nunca se lamentaba por ello, al contrario basándose en su profesión y su vocación asumía junto a su esposa, cualquier problemática.
La mesa de los Marcó siempre estuvo concurrida, en familia: Mónica, Juan José, Miguel Ángel, Celia Marcela, Nancy Soledad, Carlos Manuel, Dora María del Carmen y Patricia del Rosario.
Ante las vicisitudes de la vida no borró su sonrisa, en sus momentos de ocio el baile también tenía su lugar. Si bien su preferidas eran las interpretaciones de los años ’50, ’60 y ’70 la música moderna también tenía un espacio importante en su programación.
Lo material nunca fue su prioridad, si el bienestar de su familia, como la educación de sus hijos.
FM Líder 103.5MHz. con esta apretada síntesis de un hombre ejemplar quiere rendir un homenaje, próximo a cumplirse los 13 años de su deceso (18 de septiembre) en agradecimiento a las enseñanzas que, sin quererlo fue sembrando y despertando vocaciones en mucho compueblanos.
Como recuerdo para la posteridad el estudio N°2 llevará su nombre: “Juan Carlos Marcó” para que las generaciones venideras conozcan como comenzaron los medios de comunicación en Ibicuy.