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A finales de los 80, la "niña salvaje", como la llamaba su madre, o "la versión deportiva de Madonna", como la describió Karl Lagerfeld, era perseguida por paparazzi y las revistas que la retrataban en su portada se vendían por miles. Pero hoy, después de mucho tiempo de mala prensa y mala suerte, es abuela y disfruta de un poco de tranquilidad. Leer más